Estaba el año por terminar cuando la carrera volvió a comenzar. Por un lado, los unos ofrecieron comunas envueltas en patria. Por el otro, sin cortapisas y de frente, los otros ofrecieron, con progreso y futuro, ciudades para la gente.
A lo lejos, un rumor se comenzaba a escuchar. Poco a poco las ciudades se encontraron y volvieron a conversar. El mensaje viajaba de una a otra animándolas a soñar. Perdieron el miedo y sin pudor se crecieron, se alegraron y rieron. La esperanza salió de su guarida y la tendencia se hacía más irreversible cada día.
Las aldeas y los caseríos soñaron con ser pueblos, los pueblos con ser ciudades, las ciudades con ser metrópolis y la metrópolis con ser megalópolis del mundo entero.
La emoción dejó de ser un secreto y tanto fue el bullicio que reverberaba en los oídos que sin aviso, el silencio apareció como mandato. ¡A callar!. Las ciudades deben callar, no deben seguir hablando y el mensaje no debe llegar. Los «miguelitos» aparecieron cerrando vías, canales y medios. Sólo un poco más el internet permanecería. Una hora a la semana, los martes al mediodía. En ocasiones, sin razón alguna, también se caía.
Nada parecía parar lo que venía mientras se desvanecían los esfuerzos por detener el futuro.
Sin vergüenza, invocaron la ayuda del más allá e imploraron la de algunos de más acá. Exaltaron mitos, lealtades y patriotismos, inventaron súper héroes y habilitaron espantos.
Finalmente, atrapados por la inminencia planificaron a la siniestra una jugada perfecta.
¿Qué es lo que quieren?
¡¿Progreso?!
Pues denles progreso, denles el último modelo de cuanto coroto y electrodoméstico de marca exista en el país. Denles un poco de la comodidad y el confort del gran sueño americano; que se vacíen los anaqueles, prométanles carros, ¡lo que sea!. Pero eso sí: ordenadamente, disciplinadamente, subordinadamente y atentos a la voz de mando y la línea verde-oliva. Sin saqueos, dijo.
Y así fue como al llegar a la meta, a «precios justos» y en oferta por 9 días…
…la comuna se apoderó del lugar de la ciudad que todos querían.
(Por ahora…)
Nota: Las fotografías utilizadas en este post fueron seleccionadas por su excelente calidad fotográfica y narrativa. Su publicación es absolutamente libre de fines de lucro. Si su autor desea que las baje, sólo debe comunicarse conmigo. Gracias de antemano.
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