
«Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad».
Albert Einstein
Apenas han pasado nueve días desde el domingo 8 de diciembre, día de elecciones en Venezuela en las que se eligieron 335 alcaldes, 2.435 ediles, 69 representantes indígenas, 2 alcaldes metropolitanos y 20 concejales a cabildos distritales mediante el concurso de 19.066.431 venezolanos habilitados por el CNE (Consejo Nacional Electoral) para tal fin, 2.861 cargos para ser exactos.
¡Qué bárbaro! Venezuela, a lo largo y ancho del país, en un solo día, renueva todas sus autoridades municipales. Son las autoridades más cercanas a la gente, las que se ocupan de los problemas micro de la nación que son los macro de la población. Son las que cuidan las calles, barren las aceras, recogen la basura, dan los primeros auxilios y los primeros niveles educativos, las que cortan los árboles y le dan resguardo a los animalitos callejeros, las del día a día, todos los días.
Pero algo más se estaba debatiendo ese día, algo más…
En Venezuela nos hemos acostumbrado a la opacidad. La oscuridad se ha vuelto cotidiana. Los dias se nos han enmudecido y la transparencia es sólo una nostalgia. La verdad oficial lo abarca todo, lo ocupa todo hasta asfixiar la duda por falta oxígeno. Nos ahoga.
Cuatro horas pasaron, una baranda y un país en zozobra al otro lado de la pantalla esperaba los resultados. Finalmente tras una sórdida sorna y el ritual de costumbre nuestro día decisivo había quedado reducido a una cuartilla enrojecida de números y porcentajes, opaca, oscura, lúgubre e incomprensible. Un silencio atroz se apoderó de nosotros. Enmudecimos.
Cerca de media noche y con el cansancio a cuesta nos vimos frente a un país partido en dos.
Siempre me han fascinado los números. Son el lenguaje de lo infinito, el mínimo denominador y el máximo común. En apariencia, los números son el cuánto, lo tangible, el monto y las cantidades, la exactitud y la transparencia, lo objetivo, lo fáctico, lo cuantitativo. La tiranía de los hechos que no resiste interpretaciones ni puntos de vista, es que los números son sólo eso… ¡Números!
De repente, después de casi 15 años, las ciudades, las grandes olvidadas de esta historia se convertían en la manzana de la discordia. Queridas y malqueridas saltaron a la palestra pública. Esta sí, esta nó, esta me quiere, esta no me quiere. No pude evitar recordar la letra de aquella canción de Armando Manzanero: «Ahora«. Me las imaginé cantandito: te puedes olvidar de que existí…
Pasados un par de días continuaba aún el tira-y-encoge por las ciudades. ¡Sonamos! Al fin descubrieron que en el país hay 24 entidades (23 estados y un distrito capital) y que cada una tiene una ciudad capital; es decir, Venezuela tiene 24 ciudades que se escriben con letras mayúsculas. Así estará la cosa que en lugar de contar votos ahora contamos ciudades.
Aunque sabía lo que estaba pasando, me tiré de cabeza a los números para ratificarlo y averiguar los detalles del nuevo mapa del país. Déjame contarte lo que conseguí. Para eso, y como sé que me toca pasar al árido lenguaje de los números, preparé unos cuadros para facilitar su visualización que comparto más adelante. Las interpretaciones van de tu cuenta.
Lo primero que hice fue bajar toda la data del CNE correspondiente a la elección de los alcaldes y organizarla. Lo que hace el CNE es contar votos, lo fáctico, cuántos son y a quién corresponden. De las 24 ciudades capitales, el gobierno se lleva 15 y la oposición 9. Eso es así, está claro (62,50% – 37,50%), entonces ¿a qué se debe tanta alharaca?.
Los votos son una cosa y las ciudades son otra. La data del CNE se me queda corta para entender por qué entran las ciudades en el juego. Es verdad que en las ciudades, al igual que en los campos, hay votantes; pero a diferencia de los campos, las ciudades son concentraciones de población en un área determinada o territorio.
La población que habita en una determinada ciudad y el territorio que la misma ocupa son datos que no maneja el CNE, para quien un voto es un voto venga de donde venga. El INE (Instituto Nacional de Estadísticas) es el organismo oficial encargado del manejo de las estadísticas nacionales y su desenvolvimiento en determinados períodos de tiempo. Entonces, para poder ir más allá de los votos y aproximarnos a entender la entrada de las ciudades en este juego casi de niños, me dispuse a complementar la data obtenida del CNE (los votos) con la del INE (población y territorio en cada capital)
En el caso de la población, me tropecé esta entrevista al presidente del INE en «El Correo del Orinoco«, medio integrante del SIBCI (Sistema Bolivariano de Comunicación e Información), sobre la Población de Venezuela según el Censo 2.011 y además, la reseña incluye un gráfico con la población discriminada ya por capitales de estados. ¡Listo! Lo que estaba buscando.
En el caso de los territorios, no logré conseguir la data correspondiente al área exacta de ocupación de cada ciudad, su huella, por lo cual adopté como criterio uniforme para los 24 casos utilizar como territorio el área del municipio que sirve de asiento a cada ciudad, recuerda que son capitales de estados.
Cuadro #1_CAPITALES según POBLACIÓN

CAPITALES según POBLACIÓN
Comentario: Interesante es ver cómo al complementar la data de votos-CNE con la de población-INE, el resultado de las elecciones del 8 de diciembre relativo a las capitales que es 15-9 (62,50% – 37,50) revela que en la 24 ciudades capitales se concentra una población de 9.600.805 habitantes (33,17% de la población de Venezuela) repartidos de la siguiente manera: 50,05% en 15 ciudades que serán gobernadas por el sector oficial y 49,95%, 9 ciudades, por la oposición, mediando sólo una diferencia de 0,10%. Las dos (2) mitades ¿Recuerdas?. Seguimos.
Cuadro #2_CAPITALES según TERRITORIO

CAPITALES según TERRITORIO
Comentario: Interesante también es ver cómo al complementar la data de votos-CNE con la de territorio-INE, el resultado de las elecciones del 8 de diciembre relativo a las capitales que es 15-9 (62,50% – 37,50) revela que las 24 ciudades capitales ocupan un territorio total de 63.800 Km2, de los cuales: 54,18% es para los 15 municipios del sector oficial y 45,82% es para los 9 de la oposición, mediando sólo una diferencia de 8,37% entre uno y otro grupo, menos de un 10%. Aquí de nuevo, las dos (2) mitades ¿Recuerdas?. Seguimos.
Cuadro #3_CAPITALES según DENSIDAD POBLACIONAL (Habitantes / Km2)

CAPITALES según DENSIDAD POBLACIONAL
La densidad poblacional es la relación entre población y territorio (Habitantes / Km2) y nos da la medida de cuán concentrada está una determinada población en un área determinada.
Para realizar este tercer cuadro utilicé la data de los cuadros anteriores, población y territorio, y le apliqué la fórmula descrita: D = P/T para cada ciudad capital a fin de obtener la densidad poblacional en cada caso. Luego obtuve la densidad poblacional promedio entre las 24 capitales: 645,02 Hab/Km2, igualmente obtuve la densidad poblacional promedio resultante de las 15 capitales para el sector oficial: 500,75 Hab/Km2 (menor que la media obtenida) y la densidad poblacional promedio de las 9 capitales para la oposición: 885,47 Hab/km2 (mayor que la media obtenida)
Lo anterior significa que la densidad poblacional promedio de las 15 capitales/oficial es menor que la densidad poblacional promedio de la 24 capitales del país y, mucho menor (un 60%) que la densidad poblacional promedio de tan sólo 9 ciudades capitales/oposición.
Esto quiere decir que la oposición democrática gobernará en la mayoría de las capitales más densas del país (indicadas en azul en los cuadros). Curioso ¿no?…
La densidad poblacional es todo un tema en sí mismo y requeriría, no sólo uno, varios post para su desarrollo. Confieso que es el tema que me apasiona, quienes me conocen lo saben; pero no quisiera cerrar sin agregar lo siguiente:
Los valores de población y territorio miden la cantidad o magnitud de personas uno y la cantidad o magnitud de territorio el otro; ambos son valores fácticos, duros, son hechos irrefutables: son valores cuantitativos y no están sujetos a interpretación.
La densidad poblacional es la relación entre dos valores dados, una proporción; y las proporciones sí pueden ser objeto de interpretación. Por lo tanto, la densidad poblacional es un valor cualitativo, expresa cualidades y define características; por ejemplo, a medida que la densidad poblacional es mayor las ciudades se complejizan y van adquiriendo atributos propios de los procesos de urbanización y de urbanidad. A medida que las ciudades se hacen más densas encontraremos valores como intensidad, actividad, intercambio, servicios, cultura, característicos de la vida urbana; es decir, de la vida en la ciudad.

The infinite recognition (La Reconnassance infinie)- René Magritte – 1.963 (detalle)
Después de todos estos números (y otros que vendrán), al menos yo aún me pregunto: ¿quién ganó las elecciones del 8 de diciembre? Y más aún: ¿qué significa esa pregunta?…
¡Nos vemos pronto!
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